Al paso del tiempo
Le duele la piel
que va lentamente
descamando vida.
Y ama a la vida
con tal intensidad
que todo deja,
en su afán sin retaceos.
Le inquieta la aurora
que esparce su brisa
por el destino,
perlas azules
gotas de lluvia,
pétalos blancos,
y aún así le duele la piel.
Desde esa distante caparazón
dónde se alojan
extraños remedos
de un ropaje en desabrigo,
le llega a flor de piel,
una dulce comezón
que invade, cada poro,
cada silencio,
cada grito.
Y es amor, es luz,
es oración, gozo,
tristeza, es nada…
y aún así,
su esperanza es todo.
María del Carmen Menéndez García
2010
Pintor: Fabian Perez
Tu opinión es importante, deja tu huella...gracias por tu tiempo al detenerte---
Qué maravilla de poema, María del Carmen...me encantó.
ResponderEliminarQue cuando se es tan intenso en la vida siempre ha de doler la piel, pero la llegada del amor es más vívida que para el común de los mortales. Todo es mayor, todo es más potente, dejando piel en cada suspiro, en la esencia de la vida misma.
Abrazos grandes para ti, acompañados de felicitaciones sinceras!
Maritza, gracias por estar, por tu comentario y la exacta interpretación de mis delirios, esos duendes que nacen del alma.
ResponderEliminarMi cariño y agradecimiento a ti.
María del Carmen
Maria del Carmen,
ResponderEliminarsiento mucho no poder estar más presente pero no tengo nada de tiempo. Quiero que sepas que me encanta como escribes y cada nueva entrada es un mágico momento para mí.
Te envío un abrazo muy fuerte.