arropando recuerdos
Junto al bullicio
y parloteo de la
gente.
Escuché…silencio…
de lejanos ecos.
Y al paso del día,
regresando a los
sueños
en la quietud del
reposo,
abrace… silencio,
y la música fue
redoble
acompasando
el mutismo del
albedrío.
Y tu voz y tu sonrisa
fue cántico en la
magia.
La soledad, un oasis
en la arena del
desierto
cincelando tú
figura,
y el viento borrando
huellas,
y aun así, junto al
silencio
marejadas de mar
acercaban tu nombre,
en partículas
invisibles
de olvido, ausencia,
estar…
Y escuché…, la
sonoridad
del tiempo…orillando
espacios.
Y tu voz y tu
sonrisa
fue cántico en mi
alma…
© María del Carmen
Menéndez García
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