Irremediable
mente
Enmudecí
a mis labios
para no
nombrarte.
A mi
corazón quite latidos,
así, no
acompasasen
tu
recuerdo a cada instante.
A mis
manos le quite las alas
para
que errantes,
no
quisieran acariciar tu recuerdo.
A mis
ojos, cerré ventanas,
el
último intento de no divisar
tu
rostro, en cada amanecer,
a la
luz de un nuevo día.
A mis
pasos, los puse estáticos
así no
avancen el sendero
que me
acerca a tu orilla.
A mis
sentimientos,
los
deje perplejos, en aristas
de la
nada, para que no lastimen
recodos
del alma.
A mis
pensamientos, los borde
de
grises, de azules, rosados,
en amalgama
de esperanzas
para dar
cierta lógica,
a este
derroche de sentir los sueños.
Enmudecí
a mis labios…
y aun
así…, sobre el teclado,
matizan
suspiros a la luz del sol.
© María
del Carmen Menéndez García
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Es precioso. Gracias por compartirlo.
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