sábado, 19 de marzo de 2011

a la vera de los sueños *** ENCANTO *** POR QUERER ASÍ ***



a la vera de los sueños

No hallo las palabras adecuadas
para describir una imagen que esboza el corazón.
No brota ni la lógica medida,
si quisiera escribirte un verso hoy.
Perdona mi ignorancia, para este menester.
Lo expreso en sentimiento, cierro mis  ojos y te veo...
Olas sorprendidas ante tu figura acariciando el mar,
un sol tan rutilante que opaca ante tu faz.
Tus pasos por la arena descalza, en tu pensar,
el viento que te abraza, enlaza tu cintura
y con cálida ternura te invita a avanzar.
La cálida mañana te aguarda singular.
El cielo embelesado ya se vistió de azul,
borró todos los grises de empecinadas nubes,
qué bello es el paisaje que gozo desde aquí.
Más no  llegan los silencios, los ecos de tristezas,
ni la dulce algarabía,  y mis manos son vacías
colmadas de ilusión por verte..., sin estar

María del Carmen Menéndez García

marzo de 2011



EL DESPERTAR DE JOSÉ *** EMMA - MARGARITA *** MACARENA ***



EL DESPERTAR DE JOSÉ
Por

Un despertar de párpados confusos
asolan a José,
carpintero del tronco de David.
Aguas turbias, espesas de recelos,
inundan sus raíces.
Sobre la espalda el peso de la niebla
le impulsa hacia la noche.
En su pecho aletean
palomas indecisas sin cobijo.
Por sus dedos incólumes
se derrocha la miel del panal virgen.
Ahogan su garganta
arpegios de dormidas primaveras.
Le emociona mirar tus ojos bellos,
el cintillo granate de tus labios
de lozanía cándida.
Se extravía su mente.
¿Cómo vivir o huir de aquella sombra
instalada en tu albura?
¿Cómo romper el muro, el hermetismo?
¿Acaso es el retoño de su tronco
tornasolado azahar en tu vidriera?
Los Libros lo atestiguan,
le perturba un conjuro de reflejos,
de sublimes fulgores.
Un vendaval sagrado le interroga.
Noticias de la luz
pueblan de resplandores sus contrarios,
calman su alborotado amargo mar.
La voz canta el misterio que se esconde
tras la puerta sellada.
Un bálsamo mirífico
solaza con ternura sus arterias.
Amantes golondrinas
arrancan los punzantes desvaríos.
Inmerso en el espacio luminoso
despeja sus incógnitas,
llena el cuenco vacío de sus manos
con el calor del nido.

MACARENA