A veces expresamos sentimientos,
pensamientos, ante circunstancias en este maravilloso arte, vivir. Cuando
todo fue permitir el batir de alas. Oídos prontos a escucharnos ruedan… cuanto
hemos expresado y ahí se crea la
confusión. Llegan las palabras al punto definido y comienza los dimes, que si que no, siendo motivo de distorsión, discusión, pensando en desunión.
No es mi caso, mas veo…
Es tan importante el saber “escuchar” “interpretar”
saber “leer” dejando de lado conveniencias para “desunir”.
Y esto sucede, a todo nivel
Saber escuchar, aclarar en el momento
justo. Autenticidad siempre, no callar al comprender el avance
erróneo del otro. Amar, y que ese verbo
sea por siempre la estrella que guie cada instante este escaparate disímil.
A veces el silencio es la mejor
respuesta, mas creo que la mejor, es aclarar a tiempo todo, conceptos,
pensamientos, sentimientos, diferencias,
errores, aciertos, etc, etc. a riesgo de caer en mera sensiblería por lo
simple.
Todo es a veces… pues, a vivir cada día que nos regala Dios, honrando
noblemente, sin pretextos, el milagro… de un nuevo día…
©María del Carmen Menéndez García
2014
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