lunes, 23 de enero de 2012

desde este lado de la piel *** ENCANTO *** POR QUERER ASÍ ***



desde este lado de la piel


A veces, solo a veces, me cubre ese dejo de melancolía, mezcla de extraña apatía, cansancio, dejadez de los silencios olvidados en quien sabe que bullicios.


Es a veces, quizá al final del día, cuando se avientan los pensamientos, agobiados de girar un mismo carrusel una y otra vez, marioneta de hilos invisibles a su antojo, y es a veces.


Luego, al despertar de esta insensatez, cuando esa rara sensación de vacío se disipa por momentos, de otro modo no habría amaneceres radiantes si dejo al alma cerrar sus ojos, sabiendo que desde allí nace el comienzo o el fin.


Me aturdo, me ocupo, hago vericuetos en mi mente incesante viajera a los sueños, estáticos, errantes, a veces..., otras con dos alas gigantes que amarillean a los recuerdos por tanto vivir en ellos.


La lejanía es brutal, implacable, acelera al tiempo que va deshojando los pétalos de la esperanza, amarra solitaria a un puerto imaginario. Distancia que resulta el más consistente alimento a la espera de alboradas.


Es una paradoja, el TIMONEL en su guía me brinda infinitas gracias, y la melancolía hace estragos en las maravillas que acunan mis manos, mis sentidos, tesoros incomparables en mi vida.


Por eso quisiera, saber partir a nado hacia tu orilla, el todo, la nada, y no se nadar, braceo contra la corriente entre utopías, hoy, mañana, siempre...
©María del Carmen Menéndez García








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