jueves, 23 de junio de 2011

DESABRIGO *** ENCANTO ***



                                     DESABRIGO



Era tarde de otoño, germinando el invierno,


destemplado el día, y más desolado por dentro.


Tiritaba la sangre en un mar sin acierto,


navegaban las olas, en venas sin reguero,


sacudió su tristeza, y surcaron fragmentos


de las letras no dichas en las hojas de un verso


que estrujaba en sus manos, y, a la cesta arrojaba


donde quedan resabios de los malos intentos.


Amanecía..., la noche, la luz destilaba


por renuente desvelo de las horas en blanco


esquivando a lo necio, encandiló la aurora


a sus ojos ya ciegos por mirar sin ver


en recodos del alma, opacada de miedo,


y llego el cansancio, por esto y por aquello,


era un todo sin nada, en un árido suelo.


A través de la ventana, observó a un mundo desierto,


se ocultaban los seres en sus mismos encierros,


y tejió sentimientos, en un día de invierno...


fueron flama, excesiva demencia, dijeron...


¡Qué poco saben los sabios, lo limitado del tiempo...






© María del Carmen Menéndez García