UN DÍA
Cuando arribe en vuelo de alondras
turbinas con resonancia de mar en caracolas,
estrellas adornando blanquecinas sienes
y un rayo de sol en mis manos, como ofrenda.
Me hospedaré a la puerta de tu alma,
en el postigo antesala de los sueños,
deshojaré las rosas, cuidadas en ausencia,
inmensa pancarta mecida por el viento
llevará impresa palabras en rubor de silencios.
Detendrán su paso las hojas en otoños,
y la escarcha de inviernos cántaro de necia brisa,
y el verano estallará en cálidos dorados,
y la primavera parirá su nívea siembra.
Cuando arribe, con corazón de alas
batiendo la quietud de la esperanza,
y veas invisible figura con las pupilas
humedecidas de atesorada nostalgia,
allí donde tu vayas, sin animarse
a hacer ningún llamado, apacible,
navegando entre arrecifes de luz.
Quizá percibas mi presencia
entre tus recuerdos, en silencios,
en el lento deslizar de perlas..., entre los dedos,
o en sentida lágrima en los ojos del Amor.
© María del Carmen Menéndez García
Tu opinión es importante, deja tu huella...gracias