martes, 19 de julio de 2011

DÍA DEL AMIGO: EN ELLA, A LA AMISTAD *** ENCANTO ***


“DÍA DEL AMIGO: EN ELLA, A LA AMISTAD”




Es sabiduría, ternura, tesón, vive e irradia fe, es cántaro, suelo semilla, fruto cosecha. Es la mano que se extiende sin medir distancias, la palabra justa, es silencio y canto. A veces es lágrima, otras risas, torrente, dónde el beber alimenta al alma. Es abrazo, es tiempo, es rezo, regazo, y cuando es necesario es también suave regaño.


El sol es su aliado, y dejan a su paso calidez que abraza. También es palabra, dueña del don, magia del sentimiento, enlaza letras y cincela perfectas diademas, que luego se convierten en perlas que traviesas ruedan en mejillas alucinadas ante las maravillas de su creación, al leer en puntillas la música de un Universo que eleva.


Es mujer, madre, esposa, amiga hermana del corazón, es temperamento, rectitud, ductilidad, mesura, paciencia, brisa y torbellino. Escatima tiempo, lo valora, lo acompaña, lo disfruta y se apresura para darle alcance y concluir tareas, es su amigo el tiempo, mi tirano amigo. Canta, entona alguna melodía y los ángeles se asoman a compartir su luz, destellos que unen.


Está aquí en cada espacio que me acompaña, en la distancia, que no es tal, es sólo un vuelo que el alma emprende cada alborada. Se parece tanto a ELLA, AMOR Y FE, su emblema.


Interminables etc. etc. etc. Por todo esto, simplemente me siento bendecida por Dios, por el tesoro de su amistad, gracias, querida amiga Emma!


María del Carmen Menéndez García


• 20 de julio de un 2011, en Buenos Aires.

lunes, 18 de julio de 2011

Realidades *** POR QUERER ASÍ *** ENCANTO


Realidades

Más de una vez te mire de soslayo,
sabiendo que llegarías a tomar mi tiempo,
te vi rondando entre mis afectos,
muchos te llevaste e insaciable regresas.

Regresas altanera, segura de ti misma,
fría, en frialdad que hiela las entrañas
esa es tu tarea, entorpecer destinos,
pareces una sombra difícil de evadir.

Y cuando se aguarda un fallo de Luz,
se te mira de otro modo, casi con respeto,
implorando a Dios su benevolencia,
que aplaque tu fuerza, y no duela tu roce.

Más de una vez maldije tu arrebato...
y me estoy acostumbrando a tus pasos,
avísame el momento, será mi ropaje
del color del Cielo, y mi vuelo cierto...

2011 - María del Carmen Menéndez García