ENSAYANDO DÍAS...
Constante el ensayo. Transcurrir ensayando
con algo de sabio, imitando muecas,
los primeros pasos, siempre hacia una meta,
a veces rozada, muy pocas completa,
aquella alegría infinita, de ver los retoños
llenando la vida, jardín de los sueños
floreciendo a manos partidas,
sin un previo ensayo, dulce aldabaría.
Y cuando se aprenden los actos
y la puesta en escena se perfila,
el telón displicente agota los días...
las horas aprendidas..., danzando perdidas
en calmas mañanas, tormentas, lloviznas,
y allí queda, un Sol contundente, a la espera,
templando el camino para nueva vida.
Eternos actores en vaivén de orillas,
de un lecho de rosas y variedad de espinas...
¡Ay!, si se supiera de antemano el libreto...
no habría prolijos ensayos...
reinaría perfecta armonía.
Más... en cada detalle..., motivos me habitan...
para venerarte milagro de...VIDA.
Maricarmen Menéndez García
AÑORANZA
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