Instante
A veces presiento, es humano y cierto,
el antiguo temor, de partir en vuelo
en el mismo instante, que casi entre sueños,
te indican que pienses..., en paisaje bello.
Y así se remontan en un suspiro pleno
las alas del alma, a tu abrazo tierno.
Se huele la tierra, el verde, el sendero,
el mar que replica su son altanero,
el sol que acaricia a tus ojos sinceros,
y el aire, la brisa, la lenta llovizna, allí, a lo lejos.
A veces presiento, que un duende de acero,
ya marca su rumbo, y me acerca a tu cielo...
y así desciendo, con brillo de luces en mi destierro,
y veo el influjo, de tiempos sin tiempo.
Y bebo tu risa, navego... navego... sin mar
y sin remos, en la miel de tus brazos, navego...
¡Qué dulce locura, soñar, qué así, muero!
María del Carmen Menéndez García
ENCANTO
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